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lunes, 1 de julio de 2013

Al canto rodado


Canto de algún recóndito lugar
donde su liso vientre reposó el río.
Canto casa de ninfas del estío,
viejo canto, durmiente entre el algar.

Canto gris, sedoso y libre lunar,
fresco, bajo la sombra guarecido
de la flor y el perfume del endrino,
permítele a La Arcoiris desovar.

Escisión de la montaña rocosa,
¿quién te arrancó del asiento del agua
y te empotró, acariciante, en las calles?

Rebélate, pues no eres una losa,
eres de la ribera vida extática,
fiel escudo y drenaje de los valles.